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musiquita

miércoles, abril 25

máquina de raspados, fiesta de sabor

Los que tenemos edad recordamos ese jingle más de lo que deberíamos. El domingo me comí un raspado tremendamente delcioso en una kermés religiosa. El hielo de abajo estaba lleno de sabor piña y la parte de arriba de fresa. La primer mordida es magistral porque la boca ya no se aguanta las ganas y el primer sorbete es celestial porque es el concentrado del sabor.

Después uno se la pasa a lo pendejo pique y pique hasta que el hielo pierde el sabor y sólo queda pura agua. Hice una larga fila de nueve personas para mi raspado mientras me esperaban en las enchiladas. Y justo en estos momentos me muero por otro raspado de esos. Bueno, ya me voy a dormir pero era importantisímo hablar sobre el raspado.
( Amantes y enemigos, amores imperfectos, desiertos y mares; deslumbramiento inútil listo para revivirse. )
Siempre hay una luz brillando en la oscuridad. Sigue sin gustarme trasnochar, madrugar, olvidar. A veces dificilmente me entiendo pero no prentedo pasarme la vida tratando de entenderme.

Past

A favor

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